El tener el material adecuado es esencial en la práctica de cualquier disciplina u oficio, para un fisioterapeuta no iba a ser distinto. El instrumento de trabajo principal en el equipo de un buen profesional es una camilla cuyas características permitan el mejor desempeño con la mayor comodidad posible. Estas camillas, son las camillas para fisioterapia.
Lo primero que hay que distinguir es que un fisioterapeuta no es lo mismo que un masajista. Mientras que un masajista está orientado más hacia la relajación y no hace falta haber estudiado para ello, el fisioterapeuta ha tenido que estudiar músculos, órganos y huesos para poder manipularlos sin peligro y generalmente ha tardado años en obtener su oportuna acreditación.
En el caso de la fisioterapia una camilla cuanto más robusta y estable mejor. El profesional muchas veces se ve obligado a realizar movimientos bruscos o a ejercer fuerza sobre determinadas zonas del cuerpo, así que en este caso las camillas fijas de altura regulable son la primera opción.