Camillas eléctricas, ¿todo ventajas?
Otro punto positivo de este tipo de camillas eléctricas es que ofrecen una imagen de modernidad tanto del profesional como del centro en el que se utiliza. Es importante a nivel de promoción que un centro recién montado cuente con las últimas novedades del mercado.
El inconveniente de estas camillas es que hay que estudiar su futura ubicación con anterioridad, necesitan estar cerca de una toma eléctrica, procurar que quede lejos de una zona de humedad (como en el caso de complejos deportivos que incluyan saunas o piscinas) y evitar que los cables ocupen una zona de paso. Además un motor eléctrico necesita mantenimiento y conlleva un pequeño gasto eléctrico que , no obstante, siempre hay que tener en cuenta.
Lo normal es encontrar camillas eléctricas de 2 ó 3 cuerpos que se pueden regular independientemente, las que cuentan con regulación manual en la parte del respaldo son más económicas que las que tienen todo eléctrico.
El tapizado siempre debe ser en PVC o en cualquier otro material que facilite la limpieza. Se pueden encontrar a partir de 700 euros, aunque la variedad de precios es muy grande en función del número de cuerpos y su calidad.
Hay que evitar algunos sitios que ofrecen precios excesivamente bajos, en una camilla de estas características sólo es posible bajar el precio si se baja la calidad, bien disminuyendo el grosor del tubo del armazón, o realizando los acabados en materiales de peor calidad. Una buena herramienta más que un gasto es una inversión y como una buena camilla eléctrica puede durar muchos años sin apenas mantenimiento, a la larga acabaremos ganando.